Creo que es el momento de pararse a pensar en si esto lo es todo o no es nada.
Pueden haber drogas de por medio, humillaciones, insultos, desafíos, miradas, espasmos, revelaciones. Incluso agresión.
Pero cuando te paras a pensar en lo que es capaz de hacer la gente, ves cada recuerdo, cada momento que permanece ahí, intacto.
Sí, lo puedo haber pasado muy mal. Pero cada abrazo, cada beso, cada sonrisa, cada juego… nada de eso se olvida.
No es precisamente llevar una buena vida. Pero cada día, cada memoria, es un ladrillo que construye sus mentes. La de cada uno de ellos.
Cuando recopilo todos estos tantos días… les quiero. Son cada complemento, tan distintos pero a la vez iguales. Una mezcla de dulzura, humillación y perdón.
Algo que permanecerá siempre unido.
Es la vida de un largo camino. Por donde pasan alegrías, problemas, pensamientos, conclusiones, bromas… gracias por ser así.
sobre ellos
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